DOMINGO - AMBERES
Y LOVAINA
Por la mañana vemos Amberes y por la tarde
Lovaina. Aprovechamos que el fin de semana sale a mitad los viajes en tren.
En Amberes
tengo anotado para ver:
La estación
central: la
vemos al llegar porque venimos en tren, pero si vas en coche merece la pena
acercarse. En la estación te dan un plano.
La plaza Mayor: con el Ayuntamiento y la fuente
de Brabo (fuente grande, simplemente). Muy bien. Edificios
renacentistas.
La Oude
Koornmarkt: la
calle más turística. Tengo anotado ver a la altura del número 16 una pequeña
callejuela, Vlaeykensgang. Vamos a verla pero la verdad es que no merece la
pena.
Catedral de
Amberes: En
domingo sólo abrían de 13 a 16 h. Cuesta 6 euros (suponemos que por las
pinturas). Como a mí las pinturas no me dicen nada me gustan los retablos y la
sillería del coro que es muy buena. La mitad de los españoles que hay fuera se
van al saber el precio.
De lunes a viernes el horario es de 10 a 17 y
el sábado de 10 a 15 h.
Plaza Groenplaats (al lado de la Plaza Mayor).
El castillo de
Amberes. Está
bien.
Chocolaterie Line: Es una cadena. Nos la habíamos
saltado en Brujas pero la tienda de Amberes era espectacular. Estaba en la acera derecha (regresando, yendo la
izquierda) de la calle principal que lleva a la estación.
Las otras cosas
que tenía anotadas:
galerías de Stadsfeestzaal, el museo real de bellas artes, el edificio
werelddelen (detrás del museo citado) y el barrio de Zurenborg (edificios art
decó) no los vemos porque en turismo de la estación nos dicen que está lejos. Los españoles cogen el plano y salen a
toda prisa sin señalar nada.
LOVAINA
Lovaina tiene trenes directos y está a 25
minutos de Bruselas. ¿Por qué se lo salta
la gente?.
Lo mejor de todo
es el impresionante ayuntamiento que tiene, equivalente a la Grand Place de Bruselas. No
teníamos plano porque en la estación de trenes no hay oficina de turismo pero
en la plaza a la que sales de la estación de tren, al cruzar la plaza, hay un
plano de la ciudad. De todas formas es super fácil llegar porque sólo tienes
que cruzar la plaza desde la puerta de la estación y la calle larga que continúa
te lleva directamente al ayuntamiento. En la plaza del ayuntamiento (Grote
Mark) también está la iglesia de S. Pedro (que tengo anotada ver por dentro
pero está cerrada; cerraban a las 17 h).
Al lado del ayuntamiento hay otra plaza, Oude Markt o mercado viejo que merece
la pena. Está según llegas a la izquierda yendo por una calle no muy larga.
Además puedes ver el barrio de Beginhof que son casas del siglo XVII. Está según el
móvil a 650 metros de Oude Markt.
Cenamos en la plaza de la derecha de Grote
Mark en uno de los pocos restaurantes que vemos en el viaje de comida belga. Nos cuesta 22,30 e incluyendo
dos cervezas caras (trapenses) y no de grifo o locales como tomamos de normal.
Tomamos un croque monseiur que en realidad no es un croque monseiur como el que
tomé en París, con queso fundido encima, sino un sandwich de toda la vida, un
biquini, vamos; y una boureuomelette que
estaba sensacional. Es una tortilla redonda (ocupa el plato) medio hecha
rellena de champiñones y jamón de york, con queso fundido por encima y tomates
decorando. A mí es lo que más me gustó de la comida allí. Recordar que todo va
acompañado (la tortilla no) de una especie de ensalada que son incomestibles.
Al regresar a la estación, en una plaza
grande que estaba a la derecha había una mosca gigante atravesada por una
aguja de la altura de un edificio.
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