viernes, 16 de octubre de 2015

BÉLGICA POR ESTELA (II)



VIERNES - LLEGADA
Salimos en el vuelo de Zaragoza de Rynair que tenía hora desde las 16:20 hasta las 18:20. Salimos con retraso de 20 minutos. En el arco no nos miran y las tabletas o equipos electrónicos pasan en la maleta. Tampoco miran el tamaño de la maleta. El avión que cogemos justo acaba de dejar a pasajeros.
El aeropuerto de Charleroi es muy pequeño, apenas dos cintas de maletas de las que únicamente funciona la nuestra. El autobús para ir a Bruselas se coge al salir de las cintas de maletas a la derecha. Se compran los billetes en el puesto azul que está un poco más a la derecha que la cola del autobús. Hay españoles por todos los lados, así que puedes preguntar a alguno. El precio del autobús ida y vuelta para dos personas nos sale a 62 e, 14 e el viaje por persona.
Hay tanta cola en el autobús que tenemos que esperar al siguiente, aunque salen cada media hora. El autobús a Bruselas nos deja en la estación de trenes Midi (Sur).
El hotel está justo enfrente pero por otra salida por lo que tardamos un poco en encontrarlo. En el camino vemos unos meaderos para hombres (las mujeres nada). Veremos más.
El hotel se llama Park Inn. Hacemos el check in, que según nos cuenta más tarde una recepcionista española es típico en Bélgica que te congelen dinero por si te marchas sin pagar o hay algún problema con la habitación o el pago del impuesto, así que nos congelan de la tarjeta 100 euros por estar de viernes a miércoles y 27, 50 por el pago del impuesto turístico.
Salimos a cenar pero como son las 10 y pico no hay manera de encontrar nada más que kebabs, así que entramos justo al cerrar la persiana en el equivalente al McDonalds en Bélgica. Nos cobran 60 céntimos por el ketchup.
Las habitaciones del hotel están bien aunque he pagado más que por las de Alemania. Hay que tener en cuenta que el precio no incluye ni desayuno ni el impuesto turístico.

SÁBADO - BRUJAS
Desayunamos en la estación ya que el desayuno del hotel cuesta 14 euros y pico por persona.
Habíamos mirado los horarios pero la verdad es que los trenes son complicados. En el tren nos encontramos con un grupo de cinco españoles, cuatro mujeres y un chico de Albacete que van a Gante. A la hora o así pasa el revisor y nos dice que vamos dirección Luxemburgo, dirección contraria a donde tenemos los billetes, así que en la primera parada salimos pitando todos.
En la estación perdemos los españoles que da la sensación de que se van a meter en cualquier tren. Corren como locos, así que nosotros vamos más tranquilos por nuestra cuenta. Compramos un billete a Bruselas, cogemos el siguiente tren y en Bruselas enganchamos con otro tren dirección Brujas. Resulta que es un IR, un regional y nos para por todos los pueblos. Total, que hemos perdido toda la mañana.
Brujas es un pueblo grande masificado de turistas, especialmente españoles. Además de turistas y nativos en bicicleta hay muchas chocolaterías, tiendas de cervezas y algunas de bolillos.
En Brujas hay que ver:
                Plaza Mayor y la plaza Burg: Un ayuntamiento espectacular.
                La chocolatería Line (Simon Stevinplein, 19): Nos la saltamos porque ni nos acordamos.
                Onze LIeve Vrouweker (Iglesia de Nuestra Señora).
                Catedral de San Salvador.
                Parque Minnewaterpark.
                Los canales.


Comemos en la plaza cerca de las iglesias principales unos mejillones (que los ponen con caldo) a 10 e y yo un estofado. Pido waterzooi pero me ponen estofado sin que sea tipo sopa. También nos ponen un plato de patatas fritas para los dos. Tomamos la cerveza local.
De merienda comemos un gofre con plátano y nata. Tiendas de gofres hay por todo el país.
Compramos unas postales hechas con bolillos que son muy originales para regalar y posteriormente enmarcar.
Lo mejor en Brujas es sin duda callejear. Ver sus casitas, los canales, el parque con la cantidad de cisnes que tiene ...
Volvemos a Bruselas y cenamos en el centro. Vemos el Manneken Pis y la Grand Place que es tan impresionante que volvemos cada día a verla. De noche merece aún más la pena.


No hay comentarios: