DÍA 1 - JUEVES 23 julio - IDA A BOLONIA
El viaje a
Italia comienza con la salida desde la Terminal 1 del aeropuerto de Madrid
(Barajas - Adolfo Suárez). El avión que nos lleva a Bolonia sale con 35
minutos de retraso, debido a la huelga del personal de tierra de Ryanair.
El primer
problema que nos surge es que si bien nuestra intención era no facturar las
maletas, dado que hay un tope en el
equipaje que los viajeros pueden llevar consigo en el avión (un máximo de
90 maletas en total), nos dicen que las maletas deberán ir en las bodegas del avión, lo que nos obligará,
cuando lleguemos a Bolonia, a esperar a que nos las entreguen en la cinta
transportadora.
Después de
un vuelo de 1 horas y 45 minutos,
llegamos al aeropuerto de Bolonia, de menor tamaño que el Madrid, pero en
cualquier caso más grande que el de Zaragoza.
En el
aeropuerto de Bolonia hay una oficina de turismo, donde cogemos un plano.
Justo a la
salida del aeropuerto, a la derecha, se encuentra el autobús que lleva a
Bolonia (aerobus), que tarda media hora y cuesta 6 e. La temperatura en Bolonia
es muy elevada, 37 grados, por lo que se agradece el aire acondicionado del
autobús.
Hay que
señalar que en Bolonia la sensación de
calor es mayor dado que la ciudad cuenta con varios canales de agua
subterránea.
El hotel
(Millennhotel) se encuentra a cinco minutos andando de la Estación Central de
Bolonia. Es un hotel que recomiendo. Precio habitación: 36 e/ persona y día. Atención
del personal buena y desayuno normal.
Después de
organizarnos visitamos el centro de
Bolonia: Plaza Maggiore y Plaza Neptuno (que están anexas), calles aledañas
y también las famosas torres Asinelli. En una primera vista nos parece una
ciudad muy bonita, que tiene las calles
llenas de soportales (unos 40 kilómetros).
Como
hace mucho calor, paramos a tomar una
coca cola en un bar con decoración musical y posteriormente, como el calor
aprieta, buscamos un restaurante para cenar.
Tomamos un plato de tagliatelle con ragú a la bolognesa (carne picada) y una
pizza cuatro quesos. El precio es 8 € cada plato, 5,60 € de coperto y 2,50 €
por una botella de agua natural de 75 cl. Total, 24,10 €. Hay que reseñar que en
Italia cobran coperto
(además del IVA, claro). Había leído en blogs que es un 10 % del precio de la comida, pero en la práctica observamos que cobran lo que les da la gana. En unos sitios lo ponen en la carta; en un restaurante pusieron el 10 % y no fue ni de casualidad y en otros ni lo ponen. ¿Cuánto es?. Entre 1 e y 3 e. Normalmente 2,5 o 3 e. En los bares no cobran coperto.
De vuelta
al hotel nos sorprende la iluminación un tanto apagada de las calles.
Con el
calor y la humedad que hace deben sufrir bastante en esta ciudad en verano las
personas y los animales.
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