sábado, 15 de agosto de 2015

VIAJE A MUNICH Y ALREDEDORES (II)



El segundo día fuimos al castillo de Neuschwanstein. Como había leído que incluso teniendo entrada la cola era de una hora y nuestro programa apretado, decidí que mejor sería verlo por fuera ya que íbamos a ver otros palacios por dentro. (Llevar entrada comprada por Internet).




El castillo se ve desde la carretera pero las mejores vistas no son ésas, así que las fotos pueden esperar. El pueblo dónde se encuentra se llaman Füssen, con casitas pintadas y cómo no, puestos de venta al turista. Hasta alcanzar el castillo tienes que recorrer un camino largo y empinado entre los bosques. Una vez que llegas conviene continuar el camino hasta encontrar el puente, que es un mirador excelente dónde encontrarás las mejores vistas del castillo. Imprescindible.
Desde el parking del castillo de Neuschwanstein podéis observar el castillo de Hohenschwangau (¡vaya nombres!) que tampoco vimos por dentro.
 



















La siguiente parada fue en Lechfall und Klamm, una caída artificial de agua que os podéis saltar. No estaba programada y simplemente paramos ya que había un restaurante típico. La señora una vez que habíamos pagado ya no era tan amable.


Por la tarde fuimos a Linderhof, que sí vimos por dentro. Es una maravilla e imprescindible en cualquier tipo de viaje. Se trata de uno de los castillos del rey loco (tenía tres: El de Neuschwanstein, el de Linderhof y el de Herremchiensee). De los tres castillos el de Linderhof es el más pequeño y el único finalizado. Los tres son claramente rococó (muy recargados en la decoración) intentando imitar en todo momento al Versalles y lujo del rey Sol al que tanto admiraba el rey loco. Sin haber pedido impuestos a los ciudadanos y habiendo vivido tan sólo 40 años nos ha dejado  estas obras de arte.
El palacio de Linderhof tiene, además del propio palacio, una cueva con un barco y un kiosko de estilo árabe que conviene que no os saltéis.
Existe una tarjeta de visita de castillos por 40 euros la pareja (a 20 por persona) y si es una persona sola a 24 euros. Incluyen muchos castillos, por lo que sale amortizada si vas a ver varios. La tarjeta dura 14 días. También existe una anual que sube un poco más de coste pero poco. 





Esa noche dormimos en Oberrammergau. Aconsejo firmemente el hotel (Hotel-Gasthof zur Rose) porque nos salió a 32 euros la noche incluyendo desayuno. En las inmediaciones se puede aparcar sin problemas. No pudimos cenar en el hotel porque a las 10 habían cerrado pero me quedé con las ganas. La chica que nos atendió vestía traje tirolés. Fue un hotel barato, limpio y curioso con detalles como en los entrepisos ordenadores portátiles para quién quisiera, sofás o libros en los pasillos. Para cenar hay varios restaurantes cerca de comida italiana o mexicana. Sin problemas aunque vayáis tarde.

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