DÍA 7 - PARMA (por
la mañana) y regreso (mediodía y tarde).
Día 29
miércoles. Último día en Italia.
Tren: Duración: 1 h 10 min. Coste:
................
¿Qué ver?. Duomo y baptisterio.
Antes de irnos por la tarde
hacemos una visita rápida a Parma, que no pudimos hacer el domingo por la
tarde.
Después de desayunar en el hotel
y dejar las maletas en el depósito (no nos cobran, a diferencia de Florencia),
cogemos el tren que va a Parma a las nueve menos diez. Llegamos a Parma a las
diez de la mañana.
Inmediatamente vamos a visitar
el Duomo y el Baptisterio. No se necesita mapa. La entrada al Duomo es gratuita. Nos gusta bastante, el interior
está completamente pintado con frescos. El
Baptisterio, de estilo medieval italiano, también está pintado en su
interior. Es muy recomendable su
visita. Nos cobran 6 e por entrar.
Posteriormente nos acercamos a
la oficina de turismo. Como es
habitual en Italia, la información que nos dan es muy escueta. Pasamos por
la plaza Garibaldi y volvemos a la estación a coger el tren que sale a las doce
nos llevará a Bolonia.
A Bolonia llegamos a la una y
diez de la tarde. Vamos a comer a un restaurante que está enfrente de la
estación. Nos cobran 23 € por un plato de spaguetti a la carbonara, un plato de
gnocchi con panna (nata) y agua. El coperto es 5 €.
Ya comidos, regresamos al hotel
para recoger y nos dirigimos a coger el autobús que nos llevará al aeropuerto. Los billetes del autobús cuestan 6 € por
persona, y se cogen en unas máquinas automáticas que están en la marquesina
donde se coge el autobús, justo en la entrada por fuera de la estación central.
Hay unas mendigas que te van diciendo cómo sacar el billete (aunque está la
máquina en español). Es una lata. Después
de coger el autobús y un viaje de 20
minutos, llegamos al aeropuerto. Pasamos los controles de seguridad y
esperamos durante hora y media a que salga el avión, a las cinco y cinco de la
tarde.
Finalmente el avión saldrá con un poco de retraso (Ryanair) a las cinco y
veinte. Tras un vuelo sin mayores problemas, llegamos Madrid a las siete y
veinticinco de la tarde. Después cogemos el metro en el aeropuerto (la entrada
está en otra terminal). Después de coger cuatro líneas y un trayecto de 45
minutos llegamos a la estación de Atocha, donde compramos los billetes del
AVE (40 e) para el tren que sale a las nueve y media y nos llevará a Zaragoza,
donde llegaremos a las once de la noche. Tras dormir en Zaragoza, a las 10 de
la mañana del día siguiente cojo el autobús que me llevará a Soria, donde llego
a la una menos diez (2h 45 min.). Ya vale, ¿no?.
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