COMER EN BOLONIA

El último día en Bolonia nos dedicamos a mirar alguna cosa que se nos había "escapado" los días anteriores, como poder ver el quadrilátero un día de mercado, y no en festivo, como lo vimos antes. De todos modos, nos siguió decepcionando. También intentamos ver San Petronio, justo al mediodía, para ver la famosa meridiana en acción, pero no lo conseguimos. No obstante, sí tiene una gran capilla con un fresco impresionante sobre el infierno que merece bién la pena.
También subimos a la torre (llevad desodorante, no ya para vosotros, sino por si os toca unas personas por delante como nos tocó a nosotros). Las vistas desde arriba son increibles.
Y, por fin, las comidas. Hay una calle que está llena de restaurantes, y todos más o menos bién: Augustorigui. En esta calle comimos en dos restaurantes: Victoria y El Pórtico. Os recomendamos el spagguetti con frutti de mari, plato especial que no probamos pero sí vimos (realmente delicioso a la vista), y el último día estuvimos en uno que es de la zona estudiantil, se llama Spacca Napoli (en Vía San Vitale,45 A). Pizzas enormes a precios irrisorios.