La ciudad en las "afueras" es muy desagradable sin ambiente, pobre, no es muy atractiva. Luego vienen unos pequeños soportales y empezaba un mercado teóricamente de frutas (fuimos el jueves día de mercado) y el centro estaba "a tope", aunque era el típico mercadillo general, no de frutas. Hay dos plazas soberbias : la plaza Erba (y también la plaza escondida de al otro lado de la basílica de S. Andrea , sin ambiente, pero otra bonita perspectiva de la basílica), donde está un palacio, una iglesia a imitación del santo sepulcro, y la basílica de S. Andrea, donde está enterrado Andrea Mantegna. Luego pasamos por la torre de la gavia a la gran Piazza Sordello, con más palacios, y el gran palacio ducal. El palacio es el segundo edificio más importante de Italia en cuanto a tamaño (después del Vaticano). Por dentro está bastante "desnudo" y los carteles de recorrido son un poco confusos, así que pasamos varias veces por el mismo sitio. Al final (tras 3 intentos) conseguimos llegar a la Cámara degli Spossi , sensacional, obra maestra deAndrea Mantegna.
Después bajamos por una zona que se llama "Pescherie" que es otra bonita plaza, y llegamos al Palazzo Té (está bastante lejos, en la otra punta de la ciudad). Me gustó mucho, es muy caro pero es muy bonito de ver y la sala de los gigantes ya merece la pena el viaje.
En definitiva, la ciudad es un poco fea pero fue una sorpresa muy agradable las dos plazas y las estancias con frescos (tanto del palacio ducal como del palacio Té) son fabulosas

No hay comentarios:
Publicar un comentario